Los retoños del clan Kardashian-Jenner están acostumbrados a vestir prendas en miniatura de los diseñadores más exclusivos, a viajar en jets privados y a conducir versiones de juguete de los deportivos de sus padres. En una familia así, encontrarse una mañana con un autobús amarillo en el jardín de tu mansión no resulta demasiado extraño y eso es justo lo que le ha sucedido esta semana a la pequeña Stormi, la única hija que Kylie Jenner tiene con el rapero Travis Scott.
«Lo único de lo que hablaba Stormi últimamente era de autobuses amarillos. Su papá la ha sorprendido con uno», ha explicado la madre de la niña de 3 años en sus Stories de Instagram.
Este tipo de vehículo se ha convertido en un icono de la cultura popular estadounidense y se ha utilizado durante décadas como transporte escolar. De hecho, su intenso color amarillo tiene incluso un nombre, ‘National School Bus Chrome’ o ‘National School Bus Glossy Yellow’, y según una normativa de 1939 todos los autobuses de los colegios deben pintarse en este tono exacto para garantizar la máxima visibilidad en carretera.
No deja de resultar irónico que esta vaya a ser muy probablemente la primera y última vez que la hija de Kylie y Travis pise un autobús de estas características debido a su inmensa fama, que a su corta edad la obliga a moverse rodeada de guardaespaldas en todo momento.
Como resulta habitual, las redes sociales no han tardado en llenarse de memes al respecto. La gran mayoría de las bromas que se han realizado acerca del regalo que el músico le ha hecho a su primogénita insisten en que ‘la gente rica es muy rara’ y se preguntan cuál será la siguiente experiencia de ‘niños normales’ que probará Stormi.
Con información de BANG