Lo anterior, debido a que el Impuesto Especial sobre Producción (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado no llegaron a su objetivo para el año pasado, según datos de la Secretaría de Hacienda; sin embargo, los ingresos públicos del año pasado tuvieron un aumento de 0.8 por ciento real anual respecto de 2019.
“Las finanzas públicas en 2020 estuvieron determinadas por la pandemia del Covid-19 y las medidas de confinamiento para mitigar su impacto, lo que generó menores ingresos públicos tributarios y petroleros con respecto a lo programado”, explicó Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda en conferencia.
Recaudación fue más eficiente
De acuerdo con los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al cuarto trimestre de 2020, de ISR se ingresaron en 2020 un total de un billón 760 mil 460.9 millones de pesos, mientras que el IVA sumó 987 mil 524.5 millones de pesos; en este sentido Yorio aseguró que durante el año pasado se incrementó la eficiencia recaudatoria, al elevar el combate a la evasión fiscal, así como hacer eficientes los recursos.
“La recaudación se ha optimizado sin tener que aumentar ni crear nuevos impuestos, lo anterior gracias a la estrategia del gobierno de México de incrementar mejoras legales y optimizar la recaudación por medio del combate a la evasión y a la elusión fiscal”, indicó.
Hacienda, con subejercicio de 70 mil mdp
En cuanto al gasto, la Secretaría de Hacienda registró un subejercicio de 70 mil 399 millones de pesos. Al cierre de 2020, el gasto neto pagado fue por 6 billones de pesos, 0.2 por ciento más que en 2019.
Finalmente, Hacienda informó que el Saldo Histórico de los Requerimientos al Sector Público (SHRFP) llegó al 52.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), a pesar de que fue menor al previsto de 54.7 por ciento, este tuvo el máximo histórico superando por primera vez el 50 por ciento, esto, a pesar de que no se recurrió a deuda para enfrentar la pandemia.
El subsecretario explicó que este aumento del más de 50 por ciento se dio debido a la depreciación del peso debido a los periodos de volatilidad en los mercados financieros y a la caída del 8.5 por ciento del PIB debido a los efectos de la pandemia en la actividad económica.
“No se pone en riesgo la estabilidad y la recuperación económica, o evita el pago de intereses que puedan presionar el presupuesto en los próximos años”, aseguró Gabriel Yorio.
Con información de Telediario