Emma Coronel Aispuro pasó de ser una exreina de belleza rodeada de lujos y acaparar todas la miradas durante en juicio de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán hace dos años a ser detenida este lunes en Estados Unidos por su supuesta implicación en el narcotráfico internacional y tras años exhibiendo una vida de lujos.
Nacida hace 31 años en California (Estados Unidos), Coronel tiene la doble nacionalidad estadounidense y mexicana y muy pequeña se mudó con sus padres a La Angostura, en Sinaloa, México.
Allí, según medios locales, creció en un contexto de narcotráfico e incluso su padre, Inés Coronel Barreras, fue capturado en 2013 señalado como responsable de delitos contra la salud (tráfico de drogas).
Era considerado el primer operador del ‘Chapo’ y se dedicaba a la producción de marihuana en la sierra de Durango, estado vecino de Sinaloa.
Su tío, Ignacio Coronel, fue abatido en 2010 y era considerado uno de los líderes del cártel. Aun así, ella aseguró más tarde que no eran familia.
Historia de amor sin edad
A la edad de 17 años, en una fiesta en el estado de Durango, la modelo conoció a Joaquín Guzmán (que tenía 51) y comenzó una relación que se formalizaría en una boda nada multitudinaria cuando ella cumplió 18 años. Sin embargo, la boda nunca se confirmó públicamente.
Lo que sí se confirmó fue la paternidad de la pareja, que en 2011 tuvieron a las gemelas María Joaquina y Emaly, que nacieron en Los Ángeles.
La esposa del narcotraficante más buscado y célebre de México se convirtió después del matrimonio en un símbolo que retrataba a las mujeres mexicanas que se relacionan con alguien del narco y terminan, en muchas ocasiones, involucradas en los negocios ilícitos de su marido y de quienes lo rodean.