La Guardia Civil arresta al capitán por delitos de organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsedad documental.

El buque mercante Elita intervenido en Cartagena por la Guardia Civil en una imagen de Vesselfinder.© Proporcionado por El Español El buque mercante Elita intervenido en Cartagena por la Guardia Civil en una imagen de Vesselfinder.

Cartagena

El porte del buque mercante Elita incluía una supuesta comisión para el capitán porque el ‘producto estrella’ del cargamento era el de inmigrantes en situación irregular. El Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) ha desarrollado la ‘Operación Otamana’, en el puerto de Cartagena, contra una red internacional de tráfico de personas.

El transporte de ganado es la actividad a la que se dedicaba oficialmente este buque -con la bandera de Guyana- que ha sido intervenido por la Guardia Civil. Todo ello después de que dos ciudadanos procedentes de Siria lograsen escapar de la embarcación tirándose al mar fruto de la desesperación. «El miércoles 17 de noviembre huyeron saltando al agua», tal y como confirma una fuente próxima a la investigación.

Los tripulantes se lanzaron al mar aprovechando que el buque fondeó frente a El Portús porque hasta el sábado no tenía autorización para atracar en el puerto de Cartagena. El objetivo oficial era cargar vacas, algo habitual en estas instalaciones que desde 2010 lideran en España el tráfico de ganado vivo tras haber exportado más de dos millones de cabezas de ganado. De hecho, son habituales las operaciones de este tipo con países como Libia y el Elita procedía del puerto libio de Misurata.

Todo apunta a que esta mafia empleaba presuntamente el transporte de ganado como gancho para enmascarar otra actividad: la trata de seres humanos. Cuando llegaron a tierra los dos sirios que huyeron del buque relataron lo que pasaba en el Elita y que todavía quedaban otros seis compatriotas en su interior retenidos. De modo que el Servicio de Información de la Guardia Civil inició una investigación, además de solicitar una orden judicial para registar el barco.

En páginas marítimas especializadas consta que entre octubre y noviembre, este buque mercante, construido en 1977, y con 81 metros de eslora, tiene en sus registros como puertos de recalada el de Misurata, Tarragona y Cartagena. Tales datos apuntalaban las sospechas del Instituto Armado de que el transporte de ganado podría ser una tapadera. De modo que este sábado, los agentes tomaron el Elita y arrestaron a su capitán: Mamoun B.

«El capitán de la embarcación ha sido detenido como el presunto autor de delitos de organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsedad documental», según confirma una fuente próxima a la investigación. «En su interior se encontraron seis ciudadanos sirios en situación irregular, que habían pagado 13.500 euros a la organización criminal por sus pasaportes«.

Un guardia civil con la presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Yolanda Muñoz.© Proporcionado por El Español Un guardia civil con la presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Yolanda Muñoz.

Cinco banderas distintas

De momento, Elita está inmovilizado en el muelle sureste de la dársena de Escombreras –donde atracan los barcos averiados y embargados-. «La tripulación sigue en el interior de la embarcación porque está custodiada», tal y como asegura personal del puerto.

Este buque de transporte de ganado que presuntamente forma parte de la logística empleda por una red que trafica con inmigrantes en situación irregular, según consta en portales marítimos, ha cambiado de nombre en diez ocasiones y cinco veces de bandera: Noruega, Alemania…

«Este tipo de embarcaciones viejas buscan banderas de conveniencia para navegar porque no pagan impuestos«. Es lo que ocurre con Elita, donde ondean los colores de la República Cooperativa de Guyana: un país de América del Sur, que limita con Venezuela y Brasil.

¿Qué pasa con la tripulación?

La Secretaria de Estado de Migraciones todavía no ha derivado a niguna ONG a los ocho tripulantes sirios sin papeles que habían pagado supuestamente 13.500 euros para llegar a suelo europeo. Todos ellos tienen derecho a acogerse al programa estatal de atención humanitaria, mientras se tramita su expulsión de España.

Tampoco se sabe qué ocurrirá con los marineros que en este tipo de buques anticuados y que navegan bajo una bandera exótica, suelen tener salarios precarios, de entre 500 y 600 euros.

«Lo normal es que a través del consignatario en España se negocie con el armador para que saquen el buque del muelle con la tripulación, aunque se han dado casos donde los marineros han permanecido meses en el puerto y les hemos tenido que atender nosotros», según expone personal del puerto de Cartagena. El capitán del Elita, Mamoun B., ha ingresado en prisión tras declarar en sede judicial.

Con información de El Español