Como “un show mediático, una telenovela” califica Javier Duarte su caso

· El periodista Ciro Gómez Leyva publica una carta que le envió el exgobernador desde la cárcel

· Dice que los verdaderos criminales están libres viviendo con sus familias como si nada

“Todo ha sido un espectáculo mediático, una telenovela que han sabido vender muy bien a la opinión pública y lo digo así, una verdadera telenovela, un circo romano en donde las autoridades responsables han promovido sus actuaciones, más que en los juzgados y tribunales, en los medios de comunicación”, así define Javier Duarte su caso en una carta enviada desde el Reclusorio Norte y publicada en la cuenta de Twitter del periodista Ciro Gómez Leya.

Fechada el 7 de octubre de 2018 en la Ciudad de México, la misiva escrita a mano en cuatro páginas a rayas, contiene a manera de epígrafe se lee la frase “La verdad nos hará libres” y desarrolla el proceso reciente del exmandatario estatal, quien niega conocer a quienes han declarado en su contra y asegurado haber sido sus prestanombres. “A la mayoría de estas personas ni los conozco y por lo tanto nunca tuve trato alguno con ellos”.

Comenta que, después de haber sido “formalmente judicializado” mediante la figura de “Procedimiento Abreviado”, “han surgido una serie de análisis y opiniones en cuanto a este suceso siendo la que considero la más acertada la que hizo el propio C. Presidente de la República electo al decir, con toda razón, que esto es puro show”.

Citando al subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz Vázquez, señala que “la investigación que la PGR hizo en mi caso estuvo tan mal integrada que considera sorpresivo que en su momento el Juez federal que giró la orden de aprehensión en mi contra la haya girado, situación que tanto mi defensa como un servidor hemos manifestado de manera reiterada y combatido legalmente con todos los argumentos y fundamentos que respaldan lo que ahora la PGR reconoce”.

Alega que en su caso “está sostenido simplemente por los dichos de personas que aun y cuando admitieron y demostraron la comisión de delitos, por el hecho de declarar que los delitos que cometieron los hicieron por órdenes mías les otorgan lo que la Ley contempla como “Criterio de oportunidad”, liberándolos de toda responsabilidad, eximiéndolos de las acusaciones que existen en su contra cancelando con ello las órdenes de aprehensión que habían sido giradas para su detención, los disculpan de haber cometido los delitos que cometieron y les dan la calidad de testigos protegidos”.

Y prosigue: “Es obvio que estas personas tenían el incentivo y la necesidad de declarar lo que sus abogados les dijeran que declararen contra mí, por supuesto después de acordar con las autoridades de la PGR el que les otorgaran su criterio de oportunidad, hubieran sido muy estúpidos si no lo hubieran hecho, ya que como mencioné fueron liberados de toda responsabilidad que existiera en su contra gracias a este mecanismo que la Ley contempla”.

Al exponer que “la PGR les otorgó el criterio de oportunidad a todos los que tenían orden de aprehensión en este caso” lanza la pregunta “¿qué a caso (sic) esto no es impunidad?, en palabras del propio subprocurador Felipe Muñoz, esto es un sistema de justicia penal garantista, pero la PGR lo ha llevado a un hipergarantismo”.

Javier Duarte niega que en la investigación que las autoridades ministeriales federales integraron, exista “una sola prueba documental donde aparezca mi nombre o el de alguien de mi familia, no existe ninguna cuenta bancaria ni ninguna transferencia de recursos en favor mío o de alguien de mi familia, no hay ninguna propiedad mobiliaria o inmobiliaria que sea dueño o que algún familiar mío sea propietario, no existe aumento alguno en mi patrimonio durante todo el tiempo que tuve el honor de ser gobernador de mi estado natal, es decir, no hay nada indebido y por ende nada que sostenga las acusaciones hechas en mi contra, sólo los dichos de estas personas que ahora son testigos protegidos los cuales han sido respaldados por las autoridades de la PGR para darles valor”.

Al volver sobre los testigos protegidos, a quienes define como “delincuentes confesos” contrasta diciendo que “no representan ningún interés para las autoridades federales frente a lo que yo represento para ellos, políticamente estas personas son irrelevantes, y por lo tanto actualmente andan como si nada hubiera pasado, no tienen ninguna consecuencia legal, no están sujetos a ningún proceso penal y por lo mismo no son merecedores a ningún castigo, ellos cumplieron con su función de ser el instrumento para armar este show mediático y detener a un exgobernador de Veracruz, que eso sí vende en los medios de comunicación, y por eso han sido premiados con la impunidad de los delitos que cometieron”.

Casi al término de la misiva, luego de hipotetizar que “si nos hubiéramos ido a juicio en lugar de optar por el procedimiento abreviado hoy muy probablemente estaría absuelto y libre”, induce a la pregunta que inmediatamente él mismo responde. “¿Por qué entonces acepté el procedimiento abreviado el cual me impone a reconocer los hechos por los que se me acusa la comisión de delitos que no cometí y no opté por combatir estas acusaciones sin sustento en un juicio? Respuesta: Por la campaña tan intensa y exitosa que han desarrollado en mi contra”.