Existen varias alternativas para la captura y almacenamiento del dióxido de carbono. Una de ellas consiste en solidificarlo para convertirlo en carbón.
Científicos han descubierto una forma de capturar el CO2 de la atmósfera y convertirlo en carbón. El secuestro del carbón tiene como objetivo extraer el dióxido de carbono de la atmósfera para luchar contra el cambio climático.
Convertir CO2 del aire en carbón.
En la actualidad, existen dos procedimientos para lograrlo:
Conversión de CO2 en líquido para el almacenamiento subterráneo.
Requiere la transformación del gas a líquido. Consiste en la compresión y refrigeración del CO2 para pasarlo a estado líquido y almacenarlo. A través de esta técnica se puede capturar en un 30% en las plantas de carbón.
A pesar que es un método que se puede implementar en las centrales de carbón, tiene como inconveniente sus altos costes y la necesidad de generosos subsidios gubernamentalespara su aplicación.
Conversión de CO2 en carbón sólido.
Para lograr la conversión, los investigadores utilizaron un catalizador de metal líquido que contiene cerio, excepcionalmente eficiente en la conducción de electricidad.
Cuando los investigadores cargaron eléctricamente un recipiente con CO2 y el metal líquido, el dióxido de carbono comenzó a convertirse en pequeñas escamas de carbón.
Las escamas de carbono sólido se separan naturalmente del metal líquido y caen al fondo del recipiente, permitiendo la producción continua de carbono sólido a partir del dióxido de carbono.
El producto final contiene una carga eléctrica que se puede usar como supercondensador después del proceso.
CON INFORMACIÓN DE ECOINVENTOS.COM