Hope Solo, exguardameta de la Selección Femenil de Estados Unidos, recuerda la dura experiencia que fue unirse al combinado nacional en 2000, ya que se topó con un grupo privilegiado de jugadoras que eran ‘matones’ en el vestidor.

Hope Solo se unió a la Selección de Estados Unidos en 2000. (FOTO: AFP)© Editorial Medio Tiempo Hope Solo se unió a la Selección de Estados Unidos en 2000. (FOTO: AFP)“Cuando creces en la selección nacional te encuentras con un club de ‘chicas malas’. La mayoría de las jugadoras provienen de familias blancas ricas. Esa es la cultura de la selección nacional femenina. Es una cultura blanca muy privilegiada.

“Recuerdo que Carli Lloyd y yo siempre hablábamos de eso y decíamos ‘Tenemos que cambiar esta cultura’. Ella y yo fuimos muy acogedoras, no éramos matonas. Fuimos muy amables con las niñas que venían”, dijo al podcast The Players de la BBC.

Pero 20 años más tarde las cosas cambiaron y el entorno de la Selección es más acogedor para las nuevas integrantes, aunque considera que los viejos tiempos ayudaban a fortalecer el carácter de las jugadoras jóvenes que ahora forman parte.

“Es un entorno mucho más abierto y bienvenido, es una transición más fácil, perotampoco creo que eso ayude a desarrollar el carácter en muchas de estas deportistas más jóvenes. Ahora tienen el camino allanado la mayor parte del tiempo. No puedes presionarlos de la misma manera que solías presionar antes para que fuera realmente competitivo. Es un entorno completamente diferente y no creo que siempre sea algo bueno. Creo que crea deportistas más blandas“, añadió.

Con información de Medio Tiempo