Pellegrini ganó seguridad con Guardado pero también cedió en construcción sin Canales al mando de los hilos. Curiosamente ese cambio de posición, con Canales regresando a tres cuartos, coincide con una menor pegada del santanderino de cara a la meta rival. Había impulsado el gran inicio de 2021 del Betis con unos números de delantero al tiempo que poseía el poder de dar salida al balón desde la posición de seis. El técnico es consciente de las virtudes que puede tener Canales en su dibujo y trata de que sea más incisivo en ataque, aunque en los últimos partidos no entró tanto en juego al tener que participar menos en el juego y recibir más de espaldas que cuando se colocaba de medio centro. Su cercanía a los delanteros, sin embargo, propicia una mayor capacidad de asociación en los últimos metros.
Guido es la pieza intocable en ese pivote, mientras que la movilidad de Guardado incentivó este cambio de cartas. El mexicano suma cuatro duelos como titular por primera vez en la temporada y da más herramientas de fiabilidad a Pellegrini, que sabe que su rol en la presión y el repliegue da más seguridad defensiva al equipo. Ante el Cádiz, la necesidad de buscar más creatividad en los últimos minutos motivó que de nuevo Canales regresara a la medular y Guardado saliera del campo, una ecuación que el técnico ya repitió en más ocasiones cuando su equipo necesitó arriesgar más en los partidos. No tocará de momento Pellegrini esta realidad: Guardado se asentó en su once y Canales goza de plena libertad de movimientos en tres cuartos.
Con información de AS