Los embravecidos vientos del ciclón Eta, que golpeó con fuerza las costas caribeñas de Nicaragua y Honduras, dejaron al menos tres muertos y comunidades bajo agua por las fuertes lluvias, desborde de ríos y cortes de carreteras en el avance de la tormenta por Centroamérica; en Bilwi, Nicaragua, Eta destrozó buena parte del muelle de la ciudad, que mueve la actividad pesquera y económica de la región.
En Bilwi, donde viven más de 40 mil indígenas miskitos, afrodescendientes y mestizos de Nicaragua, autoridades comenzaron a evaluar daños y limpiar escombros tras intensas lluvias. Eta dejó sin techo parcial o totalmente a numerosas viviendas, tumbó árboles y cables del tendido eléctrico; el fenómeno impactó el martes como un huracán categoría 4, con vientos de 240 kilómetros por hora (km/h).
Víctimas de Eta en Nicaragua
En Bilwi y las comunidades adyacentes del Caribe de Nicaragua viven unas 100 mil personas, en su mayoría indígenas dispersos en poblados que han sido afectados por el huracán. En la comunidad costera Prinzapolka, los vientos de Eta desprendieron las láminas de zinc de las casas de madera, que salieron volando. El Gobierno de Nicaragua, encabezado por Daniel Ortega, evacuó durante la tormenta a 20 mil personas.
La tormenta Eta, que se movía por Nicaragua, también “produce inundaciones repentinas amenazantes para la vida en América Central”, alertó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos. Este miércoles, Eta entró a los municipios de Rosita, Siuna y Bonanza, zona montañosa dedicada a la extracción de oro en el Caribe norte nicaragüense, con fuertes ráfagas de viento y lluvias, y se espera que el jueves ingrese a Honduras.
Centroamérica
Mientras, Guatemala se mantiene expectante ante el incremento de las lluvias que afectan regiones del norte y oriente del país, fronterizas con Honduras. El presidente guatemalteco Alejandro Giammattei aseveró en un mensaje televisado que al menos dos ríos importantes aumentaron fuertemente su caudal por los aguaceros y no descartó declarar un estado de emergencia.
El Tiempo
