«Tendrá en cuenta el bienestar de los animales y el hecho de que los animales de compañía son considerados más que una propiedad», explicó el Ministerio de Medio Ambiente en un comunicado.
La decisión coincide con la publicación de un informe de un grupo de trabajo creado en mayo de 2021, para hacer frente a unaepidemia de robos de perros en un país que cuenta con unos 10 millones de ellos.
En plena pandemia de coronavirus, los grupos de defensa de los animales dieron la voz de alarma y diputados de todo el espectro político pidieron al gobierno que endurezca las sanciones.
Para huir del aburrimiento, la soledad y la angustia que provocan los largos y duros confinamientos en el país, muchos británicos querían comprar una mascota.
Según el informe, siete de cada diez robos de animales registrados por la policía fueron de perros. El precio de algunas razas especialmente codiciadas ha subido hasta un 89 por ciento en comparación con los precios anteriores a la pandemia.
«El robo de un animal de compañía es un delito horrible que puede causar una gran angustia emocional a las familias y, mientras tanto, los insensibles delincuentes se llenan los bolsillos», lamentó la ministra de Interior, Priti Patel.
La ministra agregó que el nuevo delito penal «dará a la policía una herramienta adicional» para llevar a estas personas ante la justicia, aunque no se especificó cuál sería la pena.
El director de RSPCA, una asociación de defensa de los animales, Chris Sherwood, dijo confiar en que «esto anime a los tribunales a imponer sentencias mucho más duras a los ladrones de mascotas».
Con información de Milenio