Media Cancha Multimedios
Por primera vez en partido oficial, Los Ángeles pudo verlo con sus propios ojos. Ni siquiera Jack Nicholson quiso perdérselo. LeBron James hizo su debut en casa con el uniforme dorado de los Lakers. Pero en un partido rápido y competido hasta el final. Fue una fea pelea entre Chris Paul y Rajon Rondo, con aparición desafortunada de Brandon Ingram, la que quedó en la retina de los espectadores. Para colmo, los Lakers acabarían sucumbiendo a un gran final de James Harden por 115-124.
El horario de viernes por la noche ayudaba, pero el Staples Center se llenó mucho más pronto de lo habitual. No era sólo ver el partido, sino vivir al máximo la experiencia de LeBron James, incluyendo un entrenamiento seguido con máxima atención por los espectadores angelinos. Verle entrenando con los colores de Lakers era algo para vivir, casi tanto como verle jugar en un partido real.