“Ya se va a ir por un tubo la mal llamada reforma educativa, sólo habrá evaluación”, espetó el presidente electo Andrés Manuel López Obrador durante un discurso en Torreón, Coahuila, donde reiteró su negativa, entre otras cosas, a la evaluación a los maestros del país.
Durante un mitin, habló de los cambios que promoverá en materia educativa, y lanzó el reto de que sean evaluados también los servidores públicos: “el Presidente, los senadores, los diputados, los presidentes municipales, los líderes sindicales, los líderes empresariales ¡todos! ¿Por qué nada más los maestros?”.
También expuso ante los asistentes que, desde el primer día de 2019, los municipios fronterizos sean zona libre, pero “va a ser delito grave la defraudación fiscal ¡van a ir para adentro! Hay mucha falsificación de facturas, mucha transa. No va a haber corrupción arriba, tampoco abajo”.
Esto se añade a otro anuncio que hizo esta semana de eliminar la figura de inspectores del Sistema de Administración Tributaria (SAT), de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la Secretaría de Salud, con el propósito de evitar los actos de corrupción y porque “vamos a confiar en el ciudadano”.
En temas políticos, ante los gritos de quienes pedían castigo para los exgobernadores de Coahuila, Humberto y Rubén Moreira, López Obrador afirmó que su gobierno se abocará a la transformación del país y no a perseguir y meter a la cárcel a los políticos corruptos, porque –dijo- nunca terminaría.