Dos mujeres fueron acusadas de asesinar a un menor de 9 años el pasado 31 de mayo en la ciudad de Samambaia Norte, esto en Brasil. El cuerpo del menor fue encontrado descuartizado y con severas quemaduras. Una de las mujeres involucradas era madre del menor, la otra su pareja sentimental.
El asesinato lo llevaron a cabo mientras el menor dormía. Según el reporte de las autoridades de aquel país, después de asesinar al menor con una puñalada, las mujeres lo descuartizaron e intentaron quemar el cuerpo en un asador dentro de su propia casa. Al no tener éxito, colocaron los restos en mochilas y las abandonaron cerca de un campo de futbol de la ciudad, algunas personas sospecharon de la escena y llamaron a la policía.
Las mujeres fueron detenidas al llegar a su domicilio, en donde las autoridades encontraron a otra menor de 8 años, la cual fue llevada a un albergue. Los restos mortales del pequeño fueron localizados en el mismo domicilio donde vivían y en la vía pública. Parte del cuerpo estaba en dos mochilas.
Según las investigaciones, las mujeres se habrían mudado a la región hacía un par de meses, el domicilio en el que vivían tenía un aspecto de abandono. Con roperos desordenados y ollas llenas de moho fueron encontradas por los policías. Dentro de la casa, las dos mujeres también habrían pintado fragmentos de pasajes bíblicos en las paredes.
De acuerdo a indagatorias, la pareja ya tenía planeado el asesinato. Primero, pensaron en envenenar al menor, pero se decidieron por apuñalarlo. En su declaración, la madre del menor asesinado dijo que decidió llevar a cabo su plan por odio al padre del niño quien en su momento la maltrató, y por odio mismo a los hombres.
La madre dijo que dio la primera puñalada. Según el testimonio, su pareja llegó por detrás e intentó «calmar» al niño dándole a oler un trapo empapado en acetona. En seguida, la madre del menor acertó tres cuchilladas en la espalda y lo decapitó. Después, las dos descuartizaron el cuerpo con cuchillos y un martillo. Al final lo colocaron en un asador, pero el olor fue muy fuerte, lo que las hizo desistir. Por eso, pusieron los restos mortales en las mochilas escolares, las cuales fueron colocadas en la vía pública.
Las autoridades comentaron que la niña de 8 años despertó durante el asesinato, pero se quedó en silencio. La menor fue descrita como muy inteligente y ayudó a la policía a desentrañar la dinámica del crimen.
Con información de Metrópoles
El Tiempo
