· El altar es el sitio sagrado donde los vivos honran a sus muertos; su elaboración implica tradición, símbolos, creencias… y dinero
Luis Ortiz
Veracruz, Ver., 30 de octubre de 2018.- La muerte en México es fiesta, risa, azúcar, cempasúchil, veladoras y ofrendas. El altar es el sitio sagrado donde los vivos honran a los muertos. A este lugar llevan flores, adornos y ofrendas porque la idea es tratar de olvidar, por un solo día, el abismo misterioso que separa la vida de la muerte.
Hay altares para todos los gustos, presupuestos y tamaños. Se arman de siete escalones; otros sólo son de dos, los cuales representan el cielo y la tierra; otros son de tres, que significan el cielo (los adornos que están sobres la mesa), la tierra (la mesa) y el inframundo, debajo de la mesa.
Sea cual sea el tamaño que elija, nunca debe olvidar colocar los objetos básicos: una vela o veladora, agua, copal o incienso, flores de cempasúchil y ofrendas especiales como: fruta, dulces, postres y hasta un “tequilita”.
Poner un altar de muertos requiere de mucho ingenio e imaginación, sobre todo es importante conocer qué debe llevar, porque cada objeto que se coloca tiene un significado especial.
Ventas
Ésta es una buena temporada para los vendedores de flores, veladoras, agua y comida. Los mercados de Veracruz se llenan y destinan espacios para mostrar mercancías alusivas y hasta montan altares que sirven para sugerir a la clientela los productos que deben comprar para su ofrenda familiar.
Las panaderías ven con esperanza la llegada de los días dedicados a los fieles difuntos, pues es una de las temporadas, al igual que diciembre y en enero, con aumento importante en sus ventas.
Elementos
Existen ciertos elementos que, por su significado, no pueden faltar como una vela o veladora que con sus llamas representan la ascensión del espíritu. La tradición dicta colocar 12 luces, por lo que conviene comprarlas por cajas de 50 pesos promedio. También significan luz y guía en el camino.
Un recipiente de agua para que las almas vengan a beber, porque el fuego del Purgatorio las acrisola; contra el fuego está el agua. Se debe usar una jarra y uno o varios vasos, de preferencia de vidrio transparente. Puede usar los de casa, o bien, comprar cajas con seis vasos que cuestan entre 50 y 100 pesos.
El copal o incienso, para guiar por el olfato a las almas adultas al lugar donde son esperadas. La flor del muerto es para los niños que han muerto antes de los siete años.
Ofrendas especiales, según el gusto y el estado del muerto. Si es adulto, se pondrá aguardiente; si es niño, ropa, juguetes, dulces de azúcar o alfeñiques, cráneos de azúcar, figuras de barro, sahumerios y viandas. Las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza. Generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes y jícamas.
También debe considerar poner una fotografía de la persona a quien se dedica el tributo, un crucifijo para que haya bendiciones, cadenas de papel morado y amarillo, que significan la unión entre la vida y la muerte; papel picado, que da colorido y alegría de vivir; lienzo blanco y nuevo, que representa la pureza o el Cielo; el cirio representa el alma sola; el maíz, la cosecha; el agua, vida y energía para el camino, y una cruz de cal, que marca los cuatro puntos cardinales.
También se puede incluir cuatro velas, sal para que el cuerpo no se corrompa, un camino desde la puerta de la entrada hasta el altar formado con flor de cempasúchil, una vara para liberar al muerto del demonio y de los malos espíritus.
Se cree que si se prueban los alimentos una vez que el alma ha visitado su altar, carecerán de olor o de sabor, ya que el espíritu ha consumido la esencia. También se dice que uno no puede comer de su propio altar, pero sí puede ofrecer a quienes le visitan.
De igual forma, es válido colocar algunas ideas propias, de manera que la ofrenda tenga un toque más personal.
Flores
Las flores sirven para adornar y aromatizar el lugar durante el tiempo que esté presente el ánima. De acuerdo con el artículo Quién es quién en flores, dado a conocer por Óscar Gómez Ramírez, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), éstos son los precios de los distintitos comercios de la entidad:
La pieza de girasol, de 10 a 25 pesos; la de rosa, de 10 a 20 pesos; la docena de clavel, de 25 a 45 pesos; margarita, de 25 a 75; gladiola, 35 a 55; alcatraz, 50 a 180; nardos, 15 a 40; crisantemo, 35 a 60; spider, 35 a 60, y de rosa, 100 a 280 pesos.
Precios
Algunos de los productos básicos para la elaboración de un altar presentan los siguientes precios, aunque el costo total dependerá del gusto y presupuesto de cada persona:
Papel picado, 1.50 la hoja; paquete de 20 hojas multicolores, 31.90; pan de muerto chico, 4.50 a 50 pesos; caña, 10 pesos la bolsa; kilo de caña, 7.80 pesos; veladora chica, de 7 a 40 pesos; imágenes de santos, de 9 a 35 pesos; calaveras de azúcar, 5 a 15 pesos, dependiendo el tamaño, y flores de cempasúchil, de 40 a 80 pesos.
