Las autoridades dijeron que dos policías fueron suspendidos y que se inició una investigación luego de los fuertes disturbios registrados en la noche del domingo, cuando varios vehículos fueron incendiados y hubo destrozos en un juzgado. Antes de un toque de queda impuesto en el condado de Kenosha para preservar el orden público, los residentes clamaban por el fin a la impunidad policial. ‘Si matara a alguien, me condenarían y me considerarían una asesina. Creo que debería ser lo mismo para la policía’, dijo Sherese Lott, una mujer de 37 años indignada por la brutalidad policial. ‘Quiero que mis hijos vean cómo se produce el cambio y estoy aquí para que nunca les suceda nada como esto’, dijo Michelle sin dar su apellido, mientras marchaba junto a su marido Kalvin, y sus hijos de ocho y siete años. El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, dijo que enviaría a 125 miembros de la guardia nacional a la ciudad para mantener el orden el lunes por la noche. ‘Debemos estar a la altura de este movimiento y este momento y enfrentarlo con nuestra empatía, nuestra humanidad y un férreo compromiso para interrumpir el ciclo de racismo y prejuicio sistémico que devasta a las familias y comunidades negras’, señaló, instando a la población a mantener las manifestaciones pacíficas. La policía informó que el tiroteo ‘que involucró a un oficial’ ocurrió al responder a un incidente doméstico, alrededor de las 17:11 del domingo.
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, que le disputará la reelección a Donald Trump el 3 de noviembre, condenó lo ocurrido en un mensaje con la palabra ‘Basta’ sobre fondo negro. ‘Ayer, la policía le disparó siete veces en la espalda a Jacob Blake. Sus hijos observaron desde el automóvil. Hoy nos despertamos con dolor una vez más. Necesitamos una investigación completa y transparente’, dijo. El gobernador Evers, también demócrata, urgió a la Legislatura estatal, controlada por los republicanos, a abordar un paquete de proyectos de ley que presentó a principios de este año con respecto a la policía. En las protestas que estallaron el domingo por la noche, algunos manifestantes provocaron incendios y lanzaron ladrillos y cócteles molotov a la policía, lo que llevó a las autoridades a cerrar los edificios públicos. Los activistas del movimiento Black Lives Matter exigieron la detención inmediata de los agentes implicados en el tiroteo, a los que se les concedió un permiso administrativo. También se produjeron disturbios en otras partes de Estados Unidos, con enfrentamientos durante la noche en Portland, Seattle y Mineápolis. En la ciudad de Nueva York manifestantes tomaron el Puente de Brooklyn, según un video publicado en redes sociales. ‘Estoy enojada y molesta y estoy cansada. Estoy realmente cansada. Estoy cansada de marchar por esto’, dijo una mujer con lágrimas en los ojos, que sólo se identificó como Awal. La poderosa Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU en inglés) denunció lo sucedido a Blake como ‘otro acto repugnante de brutalidad policial’. ‘El hecho de que violencia policial como esta (los asesinatos de Breonna Taylor, George Floyd, Eric Garner y muchos otros) se haya convertido en algo común muestra que la institución misma de la policía estadounidense está podrida en su esencia’, señaló ACLU en Twitter.
Con información de AFP y Reuters