Hablar de Jorge Campos es hablar de posiblemente el mejor arquero de la historia del Club Universidad Nacional y uno de los más imponentes del futbol mexicano. El oriundo de Acapulco revolucionó por completo el deporte en tierras aztecas por su capacidad atlética para cuidar su portería y su rebeldía para salir de la misma y ayudar al equipo a marcar goles.

El Inmortal vistió los colores del Auriazul en tres ciclos distintos a lo largo de su carrera futbolística. Aquí se inició en 1988 y jugó hasta 1995; volvió en 1998 por una temporada y su tercera etapa fue en la temporada 2001/02. En total disputó 246 partidos con la playera de la Universidad y anotó 34 goles, nada mal.

Jorge Campos, el hombre que cambió las reglas (JAM Media)© Proporcionado por Dale PumasJorge Campos, el hombre que cambió las reglas (JAM Media)

A pesar de ser arquero, exigió por una oportunidad para jugar como delantero ya que era suplente de Adolfo Ríos y el DT en ese momento se la otorgó. Formó una gran dupla junto a David Patiño y luego con Luis García, pero Miguel Mejía Barón lo quería en la portería tras la venta de Ríos. Rebelde como pocos, Brody aceptó pero puso una condición: alternar puestos, algo que le aceptaron.

Campos posee en su palmarés dos trofeos defendiendo la playera de Pumas UNAM: la Concachampions en 1989 y la Temporada 1990/91 de la primera división mexicana. Además, fue distinguido 5 veces consecutivas por ser el mejor portero del país (de 1990 a 1995) y fue nombrado Tercer mejor portero del mundo por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) en 1993.

© Proporcionado por Dale Pumas

Por otra parte, el canterano del Club Universidad Nacional ha tenido una carrera impecable con la Selección Mexicana. Con la playera del Tri participó de 3 Copas del Mundo, 2 Copas Oro, 2 Copas Confederaciones, 3 Copas América y 1 Juego Olímpico, obteniendo 4 títulos en total.

No queda ninguna duda de que Jorge Campos ha marcado un antes y un despues en la historia de Pumas UNAM y del futbol mexicano. Por ese motivo es recordado constantemente en los medios de comunicación y muchos aficionados lo tienen como referente. Si le preguntas a un fanático Auriazul, sin dudas lo pondrá entre los máximos ídolos de la historia de la institución. Por algo será.