Los jugadores los Ravens de Baltimore tenían al menos cuatro cepas diferentes de COVID-19 en sus instalaciones durante el brote que involucró a 23 jugadores, dijo el presidente del club de la NFL, Dick Cass.
Los Ravens sufrieron uno de los brotes más grandes del virus entre los equipos deportivos, que retrasó su juego en Pittsburgh contra los Steelers por una semana y también el encuentro de la semana pasada contra los Dallas Cawboys hasta el martes.
“Con un virus peligroso como este, todos deben cumplir con el protocolo para evitar infectar a muchos. Ahora sabemos que no todos en los Ravens siguieron el protocolo a fondo“, dijo Cass en un comunicado.
“Según la información proporcionada por la NFL, nos enteramos de que teníamos al menos cuatro cepas únicas de COVID-19 en nuestras instalaciones. “Tres de las cuatro fueron detenidas y no se propagaron dentro de nuestra organización. Desafortunadamente, la cuarta fue una cepa muy contagiosa y se extendió por toda nuestra organización“.
ESPN, citando fuentes no identificadas, dijo que un entrenador de fuerza y acondicionamiento fue suspendido por no usar siempre una máscara facial o un dispositivo de rastreo de contactos mientras se encontraba en las instalaciones del equipo.
“No podemos deshacer lo que ha ocurrido”, dijo Cass. “Pero podemos hacer nuestro mejor esfuerzo para aprender de lo que ha sucedido y estar atentos para asegurarnos de que no vuelva a suceder”.
Cass añadió que “como nos ha demostrado la experiencia reciente, este virus no necesita una gran apertura para propagarse dentro de una organización y el 99% de cumplimiento no es una calificación aprobatoria cuando se trata de este virus“.
Con balance de 6-5, los Ravens se encuentran a un juego detrás de Miami e Indianápolis por los últimos puestos de playoffs en la Conferencia Americana con cinco partidos por jugar.
Los Ravens tienen 10 jugadores restantes en su lista de reserva de COVID, incluido el mariscal de campo Lamar Jackson.
Información: UNOTV
