¿Estás listo para el conteo de las uvas? El año está por terminar y, para algunas personas, es momento de pensar en los propósitos que se buscará cumplir durante los próximos 12 meses. Ya sea comenzar a hacer ejercicio, leer un libro, perdonar o ser más solidario.

Las uvas de Año Nuevo son parte esencial de esta celebración. (Shutterstock)© Proporcionado por Milenio Las uvas de Año Nuevo son parte esencial de esta celebración. (Shutterstock)Sea cual sea los propósitos que quieras plantearte, recuerda que sí, es importante tener metas u objetivos en la vida, pero no debemos aferrarnos a ello, ya que en el camino suceden cosas que podrían hacer que los propósitos cambien, así lo explica la psicóloga y Maestra en Gestalt, Bertha Alicia Peña.

“En el camino podemos toparnos con situaciones que nos hacen que desviemos nuestro rumbo. Pero sí es importante no dejarlos solo por decidía o flojera”, comenta.

Si antes de medianoche pensarás en los propósitos para el año nuevo que viene, comienza planteándote qué tienes en este momento y cómo estás, seguido de pensar en cómo deseas estar o qué aspectos quieres tener, ya sean materiales o no, para de ahí, partir a plasmar los propósitos.

Los propósitos sirven para encuadrar y dar estructura a lo se quiere realizar en la vida, son una manera de ir armando un camino, priorizar eventos vivenciales. Si no nos proponemos metas u objetivos vamos por la vida sin exigirnos, tal vez sin poner interés en las cosas, las metas sobre todo si vamos evaluando el porcentaje de alcance que hemos logrado nos da sentido a la vida”, dice la psicóloga.

¿Cómo plantear los propósitos?

Ya sea que lo quieras hacer solamente como una dinámica que es parte de la celebración de Año Nuevo o para cambiar tu estilo de vida, te presentamos una metodología que te ayudará a pensar en propósitos concretos, concisos y realistas.

La metodología se llama SMART (por sus siglas en inglés): específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.

Especifico: deberán ser claros, enfocándose en lo que se quiere lograr. De preferencia, escribirlos para que no sean solamente un pensamiento fugaz.

Medible: plantear las evidencias o indicadores que te servirán para evaluar tu progreso. Por ejemplo, si tu propósito es aprender un nuevo idioma, un aspecto medible es un examen o las nuevas palabras que vas aprendiendo.

Alcanzable: tu propósito debe ser posible de lograr, es decir, que no sea imposible. Tomar en cuenta tus habilidades, alcances y limitaciones.

Relevantes: ¿te servirá? ¿es realista? ¿influirá de manera positiva en tu visualización de vida? No quiere decir que entonces cada propósito deberá tener un gran impacto, sino, pensar en los beneficios que tendrá el realizarlo.

Temporales: fijar fechas límites, aunque no se cumplan al pie de la letra. Lo importante es tener un panorama claro de cuándo se espera cumplir el propósito, con el objetivo de ayudar a que sí se lleve a cabo.

Así que, ¿preparado para los propósitos de Año Nuevo? Recuerda, no te aferres a ellos, la vida cambia constantemente; úsalos como guía.

Con información de Milenio