*Dejó en manos del Congreso aprobar nuevas leyes y más controles. Pero es posible que todo quede en nada
Tras las matanzas de este fin de semana que conmovieron a los Estados Unidos, el presidente Donald Trump condenó por primera vez el odio, el racismo y el supremacismo blanco y pidió este lunes a los congresistas que legislen para aumentar los controles para comprar armas y detectar enfermos mentales. Recamó, además, la pena de muerte para los autores de las masacres.
En un tono moderado, el presidente leyó un comunicado en la Casa Blanca, luego de las masacres del sábado en El Paso, Texas y el domingo en Dayton, Ohio, que dejaron en total un saldo de 29 muertos y decenas de heridos. El asesino de El Paso, una ciudad en la frontera con 85% de población de origen mexicano, había publicado en internet un manifiesto racista en el que condenaba la “invasión de hispanos”.
El presidente dijo por primera vez que “nuestra nación debe condenar el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco”, unas palabras que siempre se ha resistido a pronunciar. Pero sumó otro elemento: dijo que “las enfermedades mentales y el odio son las que aprietan el gatillo, no el arma”, y pidió más controles de salud mental para acceder a la compra de armamento.
Trump pidió además a los legisladores que dejen de lado sus divisiones y apliquen “fuertes revisiones de antecedentes” para quienes quieren comprar armas, pero no aclaró que tipo de ley respaldaría. Dijo, además, que está impulsando desde el Departamento de Justicia una serie de leyes “de protección de riesgo extremo” que incluyen pena de muerte para los que cometan crímenes de odio y asesinatos masivos.
En las últimas horas Trump venía siendo muy criticado por la oposición demócrata y por los sectores más progresistas del país, que señalaban que el discurso incendiario y divisivo del presidente, que suele hablar de “invasión” de inmigrantes y calificarlos como “violadores” y “narcotraficantes”, atizaba el racismo y la violencia contra ellos. En muchos de sus actos políticos, los simpatizantes “trumpistas” piden en masa disparar contra los inmigrantes ante la sonrisa del presidente.
Inmediatamente tras las matanzas de El Paso y Dayton, Trump solo había hablado de “tragedia” y “actos de cobardía”, pero más tarde avanzó al decir que “el odio no tiene lugar en el país”.
Con información El Clarín
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