• Se les acabó su minita de oro y de poder.
Xalapa, Ver. – Acostumbrados al derroche de recursos del pueblo, a la corrupción, y al fraude en las elecciones durante décadas, ahora los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) se dan baños de pureza para exigir democracia al Gobierno del Estado por la reforma Electoral que se aprobó el pasado 12 de mayo en el Congreso del Estado.
Atrás del frente que armaron estos partidos políticos está el coraje y dolor porque les amarraron las manos para que no sigan haciendo de las suyas, por ello es que presentaron una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para echar abajo la Reforma electoral de Veracruz, misma que reconoció y elogió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en su última visita.
Ni los representantes estatales que dieron la rueda de prensa: Joaquín Guzmán Avilés, de PAN; Marlon Ramírez Marín, de PRI, y Jesús Alberto Velázquez Flores, del PRD, se creyeron lo que dijeron, tratar de evitar un fraude en las elecciones del 2021, por eso se unieron para trabajar “por la democracia de Veracruz».
A los partidos políticos que hoy dan patadas de ahogado, se les olvidó que ya gobernaron el estado de Veracruz y su dizque «principios» los dejaron atrás, no les importó fregar más a los veracruzanos con tal de encumbrarse hasta la cima del poder, y con ello hacer lo que les viniera en gana.
De antemano estos partidos tratan de echar abajo la Reforma electoral que fue iniciativa del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, porque se dieron cuenta que no la tendrán fácil en las próximas elecciones, ya no podrán hacer trampas, como lo hicieron infinidad de veces, sumado al enojo por el recorte de las prerrogativas que les harán.
Dicen ser las voces de los veracruzanos, cuando la realidad es que lo exigen por los intereses políticos que hay atrás, no porque les interese el bienestar del pueblo, a éste lo quieren seguir fregando, por eso quieren regresar al poder.
Para rematar, les preocupa la división que existe entre sus militantes y la nula credibilidad que tienen ante los veracruzanos destinados al fracaso electoral en 2021 por no ser una oposición responsable, saben que cuando la base no está firme ya valió todo.
