El azar y nuestros antepasados

Originado entre las clases nobles para ser jugado dentro de centros ceremoniales, este juego de mesa prehispánico se hizo tan popular entre toltecas, mayas, teotihuacanos y aztecas, que su práctica se extendió a las clases populares de todos esos pueblos. Su enfoque de misticismo y relación con los puntos cardinales y las épocas del año le valió ser considerado como más que un simple juego, ya que sus participantes quemaban incienso para purificar el lugar donde jugaban y pedían ayuda a los dioses para que la fortuna estuviera de su lado.

El patolli se juega dentro de un tablero en forma de cruz, utilizando frijoles rojos como fichas y con un sistema de reglas claras y bien definidas, el objetivo principal era recorrer todas las casillas para llegar a la meta completando un ciclo exacto al estilo del juego de serpientes y escaleras y ganar así joyas, alimento, e incluso a sus contrincantes como esclavos.

Juegos que perduran el paso del tiempo

A pesar de haber tenido gran popularidad entre los pueblos originarios de nuestro país, el patolli no consiguió trascender su popularidad a través del paso del tiempo ni ser relacionado con la cultura popular como lo han hecho otros juegos. Un ejemplo de ello es el tradicional juego de lotería que llegó a México de la mano del empresario Clemente Jacques, quien quiso aprovechar la popularidad de este juego en Italia y su natal Francia y lo trajo consigo a nuestro país, donde encontró un arraigo que ha durado por generaciones.

Otros juegos han ganado reconocimiento alrededor del mundo a partir de las versiones y lugares que les dieron origen, como la ruleta francesa que aparece dentro de Betway y se relaciona directamente con el matemático francés Blaise Pascal y su intento por desarrollar una máquina de movimiento perpetuo, o las damas chinas y sus orígenes milenarios en las dinastías del imperio Chino.

Sin embargo, también existen juegos que han trascendido el paso del tiempo y sus orígenes siguen siendo una incógnita como lo es el blackjack, cuya referencia más antigua data de 1613 en la novela Rinconete y Cortadillo escrita por Miguel de Cervantes, quien hace referencia a este juego como algo bastante común en su época.

Tradiciones milenarias que se mantienen vivas en México

Si bien el juego de patolli no consiguió convertirse en una referencia como lo es la ruleta a Francia, o ganar un espacio en la cultura popular tal como lo hizo la lotería, en la Ciudad de México se están retomando otros juegos prehispánicos. Muestra de ello es el juego de pelota para el que se construyó una cancha en Azcapotzalco, la cual sirve también como escenario para que las nuevas generaciones y los turistas que visitan nuestra ciudad conozcan un poco más de las tradiciones e identidad de esta tierra. Un dato que ayuda a resaltar la importancia y el interés por nuestras raíces alrededor del mundo es que la propia revista National Geographic nombró a la CDMX como la mejor ciudad para viajar en 2019, haciendo énfasis en su riqueza cultural y gastronómica, así como por ser un excelente punto de partida para conocer el resto del país.

Más allá de las playas paradisíacas, los pueblos mágicos y la gran oferta gastronómica, las tradiciones y la riqueza cultural que es posible encontrar incluso en juegos como el patolli y el juego de pelota se han convertido en razones para que viajeros de todo el mundo visiten nuestro país y se enamoren de todo lo que tiene por ofrecer.

portada© Foto Somos CDMXportadaEl juego de patolli fue descrito a detalle en el Códice Magliabecchi y a través de la narrativa de Fray Diego Durán, dejando claro que los jugadores se tomaban muy en serio cada partida invocando la ayuda del dios Macuilxóchitl. Gracias a dichas descripciones, en la actualidad es posible replicar este juego de azar y compartir un poco más de la historia, cultura y tradiciones de los pueblos originarios de México con el mundo.

Con información de SOMOSCDMX