• En cada región, es representado de distinta manera, pero prevalece la algarabía y el bullicio
Hylcia Trujano
Xalapa, Ver., 31 de diciembre de 2018.- Cada región de Veracruz se distingue por el bullicio de su gente, que ha arraigado un sinfín de tradiciones en todos sus puntos geográficos.
En este último día del año, se acostumbra la quema de “El Viejo”. Se observa desde Pánuco hasta Las Choapas, con mayor influencia en la Cuenca del Papaloapan y el Sotavento.
La tradición indica que, en los últimos días del año que está por concluir, la familia elaborada un muñeco de trapo con apariencia de anciano, el cual se rellena de cohetes. A la medianoche del día último, éste se quema.
Al respecto, la investigadora social Silvia Mendoza Barragán comenta que “esta tradición es una característica que distingue a los veracruzanos por su alegría. Despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo, con disfraces, música y canciones, muñecos. Los jarochos celebran el cambio y la renovación de propósitos, justamente de eso se trata”.
En entrevista, recordó que conforme a documentos del Ayuntamiento de Veracruz y registros de la prensa la tradición se encunó en esa franja.
“Justamente surge cuando trabajadores de los muelles iniciaron una protesta haciendo ruido con latas, cencerros y tapaderas de metal, ya que no recibían aguinaldo o algún beneficio por las fechas”.
Esta demanda, dijo, “se repitió al año siguiente y sus autores consiguieron que los patrones les obsequiaran botellas de licor y alimentos y así evitar escándalo y, es así como cada año en las fechas previas a la Navidad se pide el aguinaldo de tan peculiar forma, alegre y jocosa que, sin duda, ha dado identidad a los jarochos, a Veracruz”.
La socióloga, egresada de la Universidad Veracruzana, indicó que este simbolismo se ha extendido con los años desde la zona centro hacia el sur de la geografía estatal. De Martínez de la Torre hacia más arriba poco ha sido adoptada, pues la gente “es más conservadora y menos bulliciosa, pero sí tiene presencia en Pánuco”.
Esta tradición “desde luego que ha tenido algunas modificaciones, pues en la región de la cuenca del Papaloapan, por ejemplo, en Tierra Blanca, cuatro días antes de que el año termine, frente a las casas se sienta se coloca el muñeco, relleno de papel y trapos viejos. En otros puntos, El Viejo anda en las calles bailando con una comparsa, y pide la limosna, como dice la copla”.
En otras regiones como en Tlacotalpan, añadió, se le acompaña en un recorrido por las casas con jaraneros y bailadoras. “De tal forma que la finalidad es hacer escándalo, fiesta. Esto se hace en la última noche del año”.
En otras ciudades, como Xalapa, “El Viejo” es representado por una persona disfrazada con harapos “simulando un viejo con barba y sombrero, que se acompaña de amigos, también disfrazados y con instrumentos como tambores, panderetas y otros improvisados. El grupo llega a las puertas de las casas entonando las coplas sobre el año que termina”.
