José Mujica, expresidente de Uruguay, uno de los políticos más queridos en su país y popular en el mundo por sus mensajes y ejercicio del poder lleno de austeridad y humanidad, se retiró de la política activa.
El expresidente de Uruguay, José Mujica, del opositor partido Frente Amplio, renunció a su lugar en la Cámara de Senadores para evitar un probable contagio de COVID-19 y abandonó la política partidaria: “Sinceramente, me voy porque me está echando la pandemia”, sostuvo José Mujica en su último discurso después de 26 años de haber entrado por primera vez al parlamento.
“Tengo mi buena cantidad de defectos. Soy pasional. Pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. Aprendí una dura lección que me puso la vida: el odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad frente a las cosas. El odio es ciego, como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye”.
José Mujica y su legado
- Nacido en una zona obrera de Montevideo, capital de Uruguay, trabajó durante su juventud como vendedor de flores para ayudar a la economía familiar tras la temprana muerte de su padre.
- Testigo de las luchas obreras de los años 1950 cuando Uruguay daba sus últimos hálitos como la “Suiza de América”, José Mujica militó en Partido Nacional.
Después, inspirado por la Revolución Cubana, se decantó por la acción armada en un país en democracia. A mediados de la década de 1960 se sumó al Movimientode Liberación Nacional MLN–Tupamaros, que actuó como guerrilla urbana y tiene en su haber varios robos, secuestros y asesinatos, hasta su derrota en 1972, previo a la dictadura que se instaló en 1973 hasta 1985.
José Mujica fue elegido presidente por el Frente Amplio en 2009, después de haber sido diputado, senador y ministro, y gobernó entre 2010 y 2015. Adquirió una notoriedad internacional que lo llevó a ser protagonista de decenas de libros y películas, impulsando reformas legales transformadoras como el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto o la regulación del mercado de la marihuana.
La humildad de José Mujica
- Llegó a la presidencia siendo uno de los políticos más populares y a la vez más resistidos del país por su pasado guerrillero.
Alejado del protocolo, José Mujica siguió viviendo en su casa lejos de los lujos del poder y conduciendo su propio vehículo, haciendo aún desde la primera magistratura su máxima de vivir “liviano de equipaje”. Y su proyección internacional creció exponencialmente: “No venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida”.
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