El escándalo que se ha presentado tras la acusación de insultos racistas hecha el futbolista de Santos, Félix Torres, podría todavía ser más grande de lo que parece.
El escándalo que se ha presentado tras la acusación de insultos racistas hecha el futbolista de Santos, Félix Torres, en contra de los elementos del Atlético de San Luis, podría todavía ser más grande luego de que el insulto xenóbofo pudo no presentarse en el campo, sino desde uno de los palcos.
Y es que ahora que la Comisión Disciplinaria ha iniciado una investigación respecto a este penoso tema, bien podría ampliar los actores a indagar luego de que ha trascendido que uno de los insultos vino de parte de algún directivo, además de que el presidente de Santos, Dante Elizalde, ha señalado directamente al jugador potosino Germán Berterame de haberlo hecho en la cancha, según dijo para ESPN.
Hay que recordar que desde el palco de la directiva del Atlético de San Luis, que preside Alberto Marrero, se escucharon también insultos sobre el árbitro Adonai Escobedo tras expulsar al técnico de los potosinos Leonel Rocco.
«Chupapijas», «árbitro de mierda»… Fueron algunos de los insultos al silbate desde uno de los palcos del cuadro local, desde donde también se habría realizado un gesto taxista sobre Torres de Santos, quien al final del juego acusó esta situación que no fue reportada en la cédula arbitral.
Hoy la Liga MX, la Comisión Disciplinaria y hasta la propia Femexfut tiene una bomba de tiempo en las manos, y si se demuestra que estos insultos también vinieron de un directivo, también tendrán que aplicar el rigor de los castigos.
