Con garras y colmillos. Los Pumas de la UNAM volvieron a sufrir, pero aguantaron el resultado obtenido en el juego de ida ante los Tuzos del Pachuca para avanzar a las semifinales del Guardianes 2020.
Un solo equipo. Si recuerdan la forma cómo terminó el partido de ida, con Pachuca encima de Pumas, pues el inicio de este juego de vuelta no fue diferente. Con los cinco cambios de los Tuzos (incluida toda su delantera) los hidalguenses fueron más propositivos que unos Pumas que salieron a jugar con la ventaja obtenida en el Huracán.
Lo anterior le dio carta abierta al Pachuca para atacar de todos colores, olores y sabores la meta de Julio González. Víctor Dávila fue quien más lo intento. Tres ocasiones para el jugador andino y tres fallas. La primera, un tiro muy cruzado; la segunda, un remate al travesaño; y la tercera un balón que llegó hasta los estacionamientos de Ciudad Universitaria.
De Pumas, para no decir que pasó inadvertido, relataremos las dos jugadas de peligro que tuvo durante los primeros 45 minutos. Facundo Waller no pudo rematar de derecha un centro de Carlos Gutiérrez y Óscar Ustari le sacó la más clara al propio González en los minutos finales del primer lapso.
El segundo tiempo fue muy diferente. La plática que acostumbra dar Andrés Lillini le hizo recuperar la memoria a sus Pumas quienes comenzaron con mayor posesión del balón y opciones en el arco hidalguense.
Juan Dinenno y Carlos González tuvieron más opciones gracias a la presión alta del cuadro universitario que propició errores defensivos de los Tuzos. Para equilibrar el partido, Paulo Pezzolano realizó todos sus cambios pensando en ofender al cuadro universitario, sin embargo, no contaba con que el aspecto físico comenzaría a costarle a sus dirigidos.
Los minutos fueron pasando. El reloj y las condiciones climatológicas solo permitieron dos acciones de peligro más. Carlos Gutiérrez arrastró el balón en un contragolpe desde su área a la de los hidalguenses, pero al momento de definir, el esférico pasó por un lado. Pachuca tuvo una más clara al encontrar el rechace de del portero universitario que Bryan González mandó por encima del travesaño.
Ni los intentos de remate de Oscar Ustari, portero del Pachuca, causaron problemas en unos Pumas mucho más asentados y que solo esperaron el silbatazo final para festejar su pase a semifinales, un boleto al que se aferraron con garras y colmillos.
Fotos: Imago7
Información: Marca
