Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, propuso un proyecto de ley para evaluar la salud física y mental de los presidentes para gobernar, resaltando las preocupaciones sobre el estado de Donald Trump, a 25 días de los comicios en los que el neoyorquino busca la reelección; sin embargo, Pelosi insistió en que la iniciativa “no se trata de Trump”, recién contagiado de COVID-19.
La demócrata de amplia carrera, de las políticas mujeres más respetadas de todo el país, dijo que el proyecto de ley para evaluar la salud física y mental de los presidentes no lo hacen solamente por Donald Trump, pues él “se enfrentará al juicio de los votantes […] pero muestra la necesidad de crear un proceso para los futuros” mandatarios que lleguen a residir en la Casa Blanca de Washington D.C.
La legislación que presentó Nancy Pelosi crearía una comisión sobre la capacidad presidencial para cumplir con los poderes y deberes del cargo, explicó en rueda de prensa. El proyecto de ley para evaluar la salud física y mental de los presidentes establecería un panel bipartidista de 16 miembros integrado por expertos médicos y exfuncionarios del poder Ejecutivo en Estados Unidos.
- La propuesta es poco probable que se convierta en ley dado que los republicanos controlan el Senado.
- La medida preservaría “la estabilidad si un presidente sufre un problema físico o mental paralizante”.
Aunque Nancy Pelosi dijo que el proyecto de ley para evaluar la salud física y mental de los presidentes está destinado a futuros mandatarios, abordó directamente la salud del magnate Donald Trump y cómo plantea preocupaciones:
“(Donald Trump) claramente está bajo medicación. Cualquiera de nosotros que esté bajo medicación de esa gravedad está en un estado alterado. (El presidente) se jacta de la medicación que ha tomado y hay artículos de profesionales médicos que dicen que esto podría (…) tener un impacto en su juicio”.
Nancy Pelosi.
El demócrata Jamie Raskin, quien presentó el proyecto de ley con Nancy Pelosi, dijo que el COVID-19, que ha ocasionado la muerte de 212 mil personas y devastado al personal de la Casa Blanca, muestra la “sabiduría” de la 25 Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que habla sobre el traspaso del poder del presidente al vicepresidente, en caso de que el primer mandatario muera, enferme gravemente o, por cualquier razón, no pueda ejercer.
Información: UNOTV
