· El Halloween no tiene ninguna connotación cultural para los mexicanos, “es un mero pretexto para los excesos y el libertinaje”, afirma Jorge Bisteni
Hylcia Trujano
Xalapa, Ver., 23 de octubre de 2018.- El Día de Muertos es una tradición nacional en México. El Halloween no tiene ninguna connotación cultural “es un mero pretexto para los excesos y el libertinaje entre la juventud”, expresó el sociólogo Jorge Bisteni Fernández.
Para el egresado de la Universidad Veracruzana, quienes participan en estas fiestas de origen norteamericano están ciertos de que nada tienen que ver las tradiciones nacionales como la conmemoración del Día de Muertos, el 2 de Noviembre.
Desde su perspectiva, los jóvenes “prefieren” la fiesta de Halloween que la costumbre de recordar a los muertos, aunque reconoció que la fiesta gringa se ha adoptado en algunos estados de la República Mexicana por los actos permitidos en reuniones de esas características.
El estudioso aclaró que, si bien no se pueden generalizar los escenarios, lo real es que, de acuerdo con investigaciones que hizo durante su formación profesional, el Halloween o Noche de Brujas se relaciona con conductas contemporáneas de rebeldía.
Reiteró que Halloween y el Día de Muertos no tienen similitud ni se identifican; si bien ambas tradiciones se relacionan con los muertos, tienen contextos distintos.
“Es decir, en ciudades de Estados Unidos, principalmente, la noche del 31 de octubre se asocia con el ocultismo y la muerte, pero desde la relación con un ser maligno, y en México, el Día de Muertos se trata del supuesto reencuentro con los seres queridos que han perdido la vida. Ambas celebraciones tratan de la muerte, aunque como diría el dicho: ‘No es lo mismo Chana que Juana’”.
Incluso, agregó que, para quienes practican la brujería, durante los últimos días de octubre los trabajos de hechicería tienen mayor éxito.
“Hay chamanes para quienes el 31 de octubre es la ocasión ideal para trabajar con magia negra, con seres de la obscuridad, son sus creencias y muchas hacen ritos especiales para diversas peticiones”.
Con todo esto – prosiguió-, prevalece confusión entre la celebración extranjera a los muertos y la nacional, situación que ha generado una mezcla de identidades que se estimulan con fenómenos como la migración.
Asimismo, lamentó que una tradición ajena y, sobre todo con una esencia totalmente diversa, haya encontrado su mayor nicho de mercado entre la juventud no sólo mexicana, sino también en otros países.
“En México, esos mismos jóvenes, los adultos y niños, que la noche del 31 celebraron Halloween, al otro día comen los exquisitos tamales, dulces y ofrendas de Todos Santos, pero sin hacer toda una fiesta como la noche anterior”.
Además, conforme al calendario de la Iglesia Católica, el 1 de noviembre se dedica a celebrar a Todos los Santos y el día 2, a recordar a los Fieles Difuntos.
“En la tradición popular mexicana, el día primero se dedica a los niños fallecidos, culto menor, y el día 2 a los adultos muertos, culto mayor. A decir de la cultura prehispánica, el alma de los muertos regresaba un día al año para visitar a sus familiares vivos. Al parecer, la fecha de este regreso fue acondicionada durante la Conquista española, para hacerla coincidir con la celebración católica de Todos los Santos”.
